La parroquia de Casomera ocupa una superficie de, aproximadamente, 65,5 km2. La altitud media es de 625 m.
La parroquia está formada, además de la propia localidad de Casomera, por los núcleos de La Paraya, Ruayer (Río Aller), Rumañón (Romañon), Yananzanes (Llananzanes) y Villar (Vil.lar)
El área de Casomera se enmarca en la cuenca carbonífera central. El sustrato geológico está constituido por rocas silíceas y calcáreas pertenecientes al Carbonífero. Es un relieve típico de las áreas de cabecera de la vertiente norte de la Cordillera Cantábrica.
El sustrato geológico de la zona en la que se localiza Casomera está constituido mayoritariamente por rocas sedimentarias de naturaleza silícea, entre las que destacan las pizarras y areniscas.
Las formaciones vegetales predominantes son hayedos, rebollares, bosques mixtos con roble albar y fresno y abedul, así como formaciones arbustivas de avellanos, endrinos y espineras.Asimismo, encontramos formaciones de brezo y escobales.
Feligresía en la provincia y diócesis de Oviedo (7 leguas), partido judicial de Pola de Labiana, Ayuntamiento de Aller a Collanzo, situado a la izquierda del río Aller, en la estremidad meridional de la provincia; con buena ventilación y clima frío, pero saludable. Comprende los límites y casas de Collado de la Piedra, Felgueras, Llamanzanes, Morriondos, Paraya, Rao (¿Bao?) y Río de Aller, que reúnen 128 casas y una escuela de primeras letras, frecuentada por indeterminado número de niños.
La iglesia parroquial dedicada a San Román, está servida por un cura de primer ascenso y patronato laical; también hay varias ermitas de propiedad particular, y en el pueblo de Vegarada una alberguería con su capilla dedicada a Nuestra Señora de la Brañuela, en la cual se celebra anualmente una fiesta; sus rentas consisten en censos y granos por valor de 898 reales , 28 maravedís, en cada año, cuya cantidad, aunque toda no se cobra, está aplicada a la referida escuela de primeras letras. Confina el término con la feligresía de Conforcos, Llamas y Villar, y con los montes que dividen esta provincia de la de León por el lado del Sur. El terreno, por lo general montuoso, es fértil, abunda en aguas que después de abastecer a los vecinos, van al mencionado río Aller. Los caminos son locales y en mediano estado. Produce trigo, escanda, maíz, patatas, habas, lino, frutas y yerbas de pasto; se cría ganado vacuno, de cerda, caballar, de lana, y cabrío; hay caza y pesca y varias especies. Industria: agricultura, ganadería y elaboración de manteca de vacas. Población, 128 vecinos, 512 almas, contrastado con el ayuntamiento.
El Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar es una magna obra publicada por Pascual Madoz entre 1845 y 1850. Compuesta por dieciséis volúmenes, describe todas las poblaciones de España, así como términos de la historia de España. Pascual Madoz.
Pascual Madoz e Ibáñez fue un político español, vinculado al Partido Progresista. Ministro de Hacienda durante el bienio progresista, presidiría en 1868 el Consejo de ministros de España y la Junta Provisional Revolucionaria tras la caída de Isabel II.
En el fragmento reproducido, se pueden observar algunas imprecisiones terminológicas, o usos del español hoy no aceptados, como el nombre de “Rao” que podría referirse al “Bao”, o “Labiana” por “Laviana”, “estremidad”, por “extremidad”, etc. Esto se debe a los usos del español en la época.
Hay que tener en cuenta también que un diccionario de estas características se redacta a partir de datos que llegan indirectamente, lo cual puede justificar esas imprecisiones.
Las danzas de Casomera son una de las manifestaciones folklóricas musicales más características de nuestro pueblo.
El gran folclorista asturiano MARTÍNEZ TORNER las recoge en su Cancionero musical de la lírica popular asturiana, publicado en 1920.
Existen, de manera diferenciada, danzas de hombres y de mujeres. Lorenzo Rodríguez Castellano recoge de informantes de Casomera “que en su niñez se hacían dos danzas separadamente, pero que luego fueron mezclándose hombres y mujeres en la misma. La danza de las mujeres se ejecutaba con un ritmo más rápido que la de los hombres y el romance que se cantaba era el que comienza –A olvidar van mis memorias, a divertir el pensamiento…”
Por su parte, Santos Nicolás Aparicio en un excelente artículo publicado en la Revista Estaferia concluye que “Las danzas recogidas en Casomera son danzas enrueda (cerrada), de carácter festivo-profano y ejecutadas a base de cuartetas de repetición más estribillo”.
Este mismo investigador, traslada la comunicación de Manolo “Vima” acerca de otra de las danzas: la del Palu del Avellanu, que se ejecutaba en Casomera con ocasión de las romerías del Cristo y de San Roque, o por motivo de cualquier otra solemnidad. La plaza del bolero constituía el recinto para la danza.
Para la interpretación, los hombres se reunían en corro en torno del cantor que se situaba en el centro, el cual, con el inicio de los versos del romance, ponía en movimiento a los danzantes.
El estribillo que los danzantes repetían después de cada una de las estrofas, era:
Válgame Nuestra Señora, válgame el Señor San Pedro.
Tengo un palu de avellano, mientras que dure, no hay miedo.